Cuidado de Productos

Realizar una limpieza de nuestros zapatos, todo tipo de calzado y artículos de piel conseguirá una mejor conservación y una mayor duración de los mismos.

Para que nuestro calzado tenga una vida larga no es aconsejable utilizar los mismos zapatos o calzado durante muchos días consecutivos. La piel es natural y se deforma con el uso, necesita descansar para que vuelva a su posición inicial. Con unas hormas adaptadas a los diferentes tipos de calzado conseguiremos que la piel no presente arrugas y se mantenga lisa como el primer día durante más tiempo.

Cuando nuestros zapatos o calzado están húmedos nunca hay que ponerlos directamente cerca de una fuente de calor cercana, lo que habrá que hacer es utilizar papel o una horma de madera para que absorban la humedad y que los zapatos o calzado recuperen su forma original. Si no disponemos de papel ni de ninguna horma dejaremos los zapatos o calzado en una habitación caldeada pero lejos de radiadores o fuentes de calor.

Hay que utilizar productos de limpieza que sean de calidad preferiblemente que contengan materiales y grasas naturales y nunca abusar de ellas. El exceso de grasas tampoco beneficia el aspecto ni alarga la vida de los artículos de piel.

Es recomendable que cuando realicemos el cambio de temporada y no vayamos a utilizar nuestros zapatos o calzado durante un periodo largo de tiempo los guardemos correctamente. Hay que evitar guardarles en bolsas de plástico ya que pueden contener humedad, lo recomendable sería guardar los zapatos o calzado dentro de las bolsas de algodón que muchos de los fabricantes incluyen con sus zapatos o calzado, si les podemos guardar con sus correspondientes hormas además nos aseguraremos de que los zapatos o calzado conserven su horma y textura de piel original cuando les volvamos a utilizar.